domingo, 9 de noviembre de 2008

cadaver: dahna

(09/11/2008) Feat.danha.

Viruta para el mal aliento..
Trenu...


Ayer me tomo de las manos y me violo... todo mi ser cada partícula cósmica de mi cuerpo fue penetrada por su lujuria. Sus pútridos fluidos no solo albergan mis cavidades, es mucho peor...están en cada milímetro de mis células y ya no me pertenezco.

Salí corriendo por cobarde, no me gustó darme cuenta de todo, de mis labios torpes, de mis manos electrificadas. Me di cuenta y no me gusté. Salí para no volver a verte la cara, para no volver a sentir que soy capaz de ser estúpida. Ahora no puedes reírte, porque sé que lo hacías. No te diste tiempo de verme, solo tocabas y creías conocer suficiente.

No me siento...escucho los movimientos de un cuerpo. Solo veo desde esta cima como dos largas extremidades no dejan de tocar este extraño cuerpo, siento presión, demasiada presión al parecer las extremidades están abrazándolo, simulan protegerlo...demonios! porque tiemblas...para!!!! Eres débil, no mereces sobrevivir a la desdicha que agobia tu alma...cuerpo.

Mientras tomaba la silla para alcanzar altura, mientras la acercaba al punto exacto desde donde pudieran verme por la ventana. Recordé cuando te conocí, todo tan planeado y yo ni cuenta. Luego de dos días ya me ahogabas sin pedir permiso. Me salía fácil extrañarte. Sí, qué estúpida. Me comparo y me ato. Recuerdo todo, y salto.

Como de costumbre, me tomaste como tantas veces. Buscaste como a miel mis labios y corrompiste mi lengua, te revolcaste con ella pensando que encontraría algún placer en ello. Amaba tus besos.... mierda! como los amaba. Pedazo de descorazonado, mira lo que me has hecho...

Todo el mundo grita como murciélagos “no cambia nada, no cambia”. Resolverlo así no cambia nada. Estaba esperando que tu pedazo de hombre le castigara el hígado a tu animal maldito, a tu bestia asquerosa la que me hace esto. Y que te comportaras como siempre te soñé. A ver si no cambio nada. A ver si a menos no dirijo sus miradas hacia mi. Egocéntrico.

Divago por senderos inexplorados de mi subconsciente, retomo etapas de felicidad de la misma manera en la que tomaba tréboles del jardín... uno tras uno, los arranco de mi mente para luego observarlos y olerlos... huelen tan bien se ven tan bien... que lloro un mar por tanta belleza... tanta dulzura. Ya perdida... de pronto tu imagen invade mis sentidos y siento la ira crecer dentro de este cuerpo.

Y me encontré colgando de la viga más bonita en la cocina, colgando y dando vueltas en medio, si abrías más al fondo me hubieras encontrado, si te hubieras tomado el tiempo. Y me encontré colgando con el calzado izquierdo del par que me compraste.