martes, 16 de junio de 2009

continuacion: el trato

-momo?





-alo, si dime





-descerebradito, apagaste tu celular, te estuve llamando toda la noche.





-mi bateria lo siento, dime que paso?





-nada ya te consegui la fecha





-manya!, que esperas damela, no sabes cuanto he esperado a tu pituquito..





-si, si, este viernes a las 10 pm, en cafe zeta





-donde demonios es eso?





-no conoces????





-tendria ke conocerlo?





-mm... bueno es al frente de donde me hice los tatuajes recuerdas???





-ahhh al frente de la bajada del ovalo balta...yaya.... dime..te dijo como lo reconoceria???





-no te preocupes el te conoce





-como dices?





-ernesto ya me debo ir, te llamo luego si cari?? mandame un beso





-ok ok.. (se despide) nos vemos.














Danitza era adicta a la marihuana, eso sin contar que se habia iniciado en eso en una de las fiestas underground en la que conocio a Ernesto, lo cual de alguna manera generaba un lazo muy estrecho entre ellos.

Dan, duh, dani como la solian llamar era una chica de clase media, producto de un hogar disfuncional en constante etapa de trancision, inmadura, descontenta con su realidad, insegura e inestable. Ernesto la conocio en un momento crucial; esa noche dan estaba encima de los parlantes mas altos del privado, en medio de la multitud con una cadena en la mano derecha la cual oprimia intensamente mientras lloraba desconsoladamente. Sus lagrimas empaparon como llovizna la casaca de Ernesto. Esa noche acabaron fumando marihuana, intercambiaron realidades. Y establecieron nexos.

Dani conseguia los contactos, el la hierba, la coca, el extasis, los hongos. El la abastecia de insumos ella lo abastecia de clientes......

Sus mundos tan distintos se tornaban iguales cuando se trataba de la necesidad de satisfacer estados carenciales que solo los efectos de las drogas podian reemplazar....