lunes, 22 de septiembre de 2008

continuacion: revelaciones

-Lucia tu crees que me este pasando?, no se porque pero presciento que esta vez es diferente. Es tan lindo, dulce... y sus ojos. Me encantan sus ojos, yo creo que son mas grandes aun, aunque nunca los he visto por completo. Se que cuando los abra bien, seran justo como me los imaginaba, tan grandes y profundos.

-Estela, haber que parte de paciente no entendiste?, por favor ese tipo de relaciones no se dan entre internos y pacientes!. Te suena conocida la etica medica? vamos no alucines eso nunca va a poder ser aparte es un vegetal!

-Callate Lucia, nunca mas me oyes, nunca mas le vuelvas adecir asi a Mateo. Te lo prohibo, no es ningun vegetal, tiene nombre y apellido.

-Ya......ya... no pense que te ofenderia que lo llame de esa manera, disculpa. Pero si algo es cierto es que no puedes permitirte sentir eso por el. No quiero que te hagas daño amiga.

-No me hare daño Lucia y ya deja de tratarme como lo hace mama.

-Estela no te trato como tu mama, te trato como tu amiga. Yo solo te doy mi opinion de las cosas, bueno ya sabes que pienso sobre ese tema. Tampoco quiero aburrirte.

-Lo se, lo se, talvez me altere un poco, pero tu mejor que nadie sabes como me siento y no lo puedo evitar. Siento que lo amo, y no en vano me fue asignada su cama.
Las cosas siempre pasan por algo.

-Asi es Estela, siempre pasan por algo.


Estela no tenia mas que la imagen de Mateo en su mente, su grandes ojos desorbitados, sus cejas pobladas y su ausencia. Al parecer estaba enamorandose de aquel ser humano debil e indefenso, y al borde de la muerte.
Lucia no pensaba lo mismo y tenia cierto temor sobre este inusual romance. Habia oido historias sobre enamoramientos entre medicos y pacientes, pero nunca entre una interna y un paciente comatoso. Extrañamente habia cierto fetiche en ese gusto, y quien mejor que ella que cursaba el 6to año de psicologia para entenderlo. Algo en el cerebro de Estela no andaba funcionando del todo bien...



-Salvador que demonios haces aca?

-Vine a ver como esta Elena, algun problema?

-Si miles y tu lo sabes. Eres el menos indicado para estar aca, no lo entiendes acaso?. Lo de uds. fue hace mucho tiempo ya dejala tranquila por amor a dios.

-Callate ramera, no digas mas webadas que le cuento a mi vieja sobre la puta que tiene por hija.

-No te permito que me hables asi, soy tu hermana respetame!

-Cual respeto? jajaja no me hagas reir Alejandra... mejor apurate en tocar esa puerta, no vaya ser que nuestra vieja tenga razon y la encontremos tiesa...

-Asqueroso, si hay escoria en este barrio eso eres tu.

-Callate ramera...

(la puerta de la casa de Elena se abre...)

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